Laura, siempre, con una sonrisa en la boca. Entregada, buena y cariñosa.
Iñaki, siempre, con otra sonrisa permanente. Un gran tipo, honesto y tierno a partes iguales.
Desde la distancia pudimos organizar lo que ellos llamaban «Una boda en la Toscana», y así fue. Sencillez, buen ambiente, familiaridad, cercanía, siempre entre un toque catalán y otro vasco…fue una gozada ayudarles a organizar entre verdes campos arroceros su boda ideal. Lindos Huéspedes es un lugar privilegiado en la belleza de sus exteriores, la tranquilidad y la comodidad.
3 largas mesas blancas, con detalles sencillos y gorros para todos, llenaban su patio, bajo la buganvilia que había hecho su camino en la fachada central.
Querida amiga, gracias por dejarme formar parte de esto.